jueves, 20 de mayo de 2010

REFLEXIONES SOBRE EL 25 DE MAYO DE 1810.

Autora: Prof. Marta Sánchez de Schmidt
Contacto: martadepunta@hotmail.com

En la segunda mitad del siglo XVIII se instaló en el mundo, de manera significativa una renovación que modificó las prácticas políticas y sociales de las manos del Iluminismo, y las ideas y acciones económicas, a través del Liberalismo anglosajón.
La geopolítica europea de la época (comienzos del siglo XIX), mostró el avance del poder de Napoleón Bonaparte por Europa, la limitación al control de España en América, lo cual permitió armar el marco propicio para las revoluciones hispano-indianas.
En la América hispánica, desde México hacia el sur del subcontinente estallaron movimientos libertarios en sincronía con los sucesos europeos. La ruptura con respecto del modelo de dominación presentó diferencias en cuanto a objetivos, programas, realizaciones.
En el caso concreto del Río de la Plata, la conducción y la toma de decisiones, la llevó adelante la burguesía mercantil criolla, contando con el apoyo del Regimiento de Patricios. Ambos se convirtieron en la cara visible del ¨poder vacante¨, que culminó con la instalación del Primer Gobierno Patrio en 1810.
Estos momentos iniciales dejaron ver, …¨ un fuerte elemento de prudencia, buscando a la vez, la legitimidad del nuevo modelo¨. (HALPERIN-DONGUI, 1996).
Los cambios producidos no se entendieron de la misma manera por todos los habitantes del ex - virreinato ya que la élite del poder rioplatense pretendía defender y fortalecer el nuevo orden creado a partir de la revolución, …¨ han comenzado los tiempos en que la calle es de los vencedores y tras las ventanas cerradas de sus casas los vencidos, atesoran sus rencores y esperan el futuro…Todo está en silencio, ellos son los que andan de arriba para abajo, por las calles con sus sables arrastrando, metiendo ruido…nadie se mete con ellos…¨ (ROBERTO MARFANY, 1956)
Junto con el aprendizaje de la libertad comenzó la discordia. La conducción revolucionaria mostró por un lado preocupación por organizar primero y por otro, perfeccionar el rumbo, en la búsqueda del modelo de autoridad.

Otro análisis no menos interesante es el de las dos realidades que mostró la revolución:
1. Buenos Aires, capital del ex – virreinato, como conductora, instaló un estilo centralista, liberal, favorecido por su situación geográfica de ciudad- puerto.
2. Otra realidad era el Interior, que poco o nada sabía de lo que se trataba en cuanto a hacer revolución, ya que tenía su modelo económico, político y social basado en el poder que daba la concentración de tierras, en manos de viejas aristocracias feudales.
Entonces la guerra entre estos dos grupos antagónicos pareció difícil de evitar. La base del conflicto descansó en la falta de consensos ya que fue primero Buenos Aires la que lanzó hacia otros escenarios sus ideas, mientras que el interior resistió con sus milicias locales, … ¨ se sabe que el conflicto será costoso, largo … estará acompañado por guerras civiles las que harán desaparecer, al poder revolucionario de Buenos Aires… ¨ (HALPERIN-DONGUI, 1998).
Se menciona al 25 de mayo de 1810 como punto de partida para el nacimiento de la patria… sin embargo el germen federalista de la patria, estuvo primero en el interior y luego se proyectó a la organización institucional, de manera que iniciamos este proceso con lo que se pudo … con lo que se tenía desde la mirada porteña.
Para Hosbawn patria significa ¨ …la suma total de cosas materiales e inmateriales… el pasado el presente y el futuro, que goza de la lealtad de todos …¨ . En sus comienzos el proceso de mayo no tenía la lealtad de todos.

En la evaluación de esos sucesos, a 200 años de su irrupción novedosa, convendría instalar estas reflexiones:

• La influencia del racionalismo francés, a través del armado intelectual de la ¨ruptura¨, que significó apertura y progreso intelectual.
• La ruptura respecto del modelo arcaico y de dominación, que instaló la revolución, cortando de raíz con la lealtad del súbdito a su rey.
• La impronta que marcó el liberalismo económico inglés, que impregnó por casi un siglo, una nueva forma de colonialismo en cuestiones de intercambio y asistencia financiera a los nuevos territorios emancipados.
• La influencia de la Revolución Francesa que …¨colocó a las sociedades en la tarea de reflexionar sobre modelos políticos, impulsando cambios en las estructuras de representación¨ (BENDIX, R. 1995)
• La cultura pre- revolucionaria que resultó significativa para la formación de los hombres de mayo, sobre todo en las universidades de Charcas y Chuquisaca, proclives a las nuevas ideas y a la confrontación entre la ilustración y la dominación borbónica.
• El conflicto evidenció la existencia de una aguda tensión entre las viejas estructuras vigentes y un nuevo tipo de vinculación con la política y la economía respecto a la otra parte de Europa Occidental.
• Las figuras emergentes del proceso de mayo entre ellas: Mariano Moreno, ideólogo y motor de la transformación que se produjo y Manuel Belgrano, que se comprometió militarmente sin serlo a llevar la revolución hacia el interior defendiendo la frontera norte ante el avance realista que intentaba desplegar la contra- revolución.

Como balance final ésta pregunta surge ¿qué hemos logrado a 200 años desde aquel 25 de Mayo de 1810?

Se me ocurren varias respuestas, la primera está dada por la consolidación del modelo republicano, por el voto, por la representación plural, por la educación que se extiende a todos los sectores de la sociedad dando de esta manera igualdad y oportunidades para todos los habitantes.
Una segunda respuesta estaría dada en los ¨logros¨ que esperan los ciudadanos de las instituciones que los representan y que permitan dejar atrás una expresión de Alexis de Tocqueville quien definió a las revoluciones como la ¨Teoría de las Ilusiones¨ que alentaban fantasías en los pueblos, retrasando concreciones y realidades para todos.
Una tercera respuesta debería estar firmemente ligada al concepto de revolución. Esta no es estática, porque es producto del armazón social … por lo tanto se debe seguir sumando logros, incorporando más igualdad, más soberanía… superando las eternas antinomias inclusión- exclusión que comenzaron desde el momento en que se impuso la revolución de Mayo de 1810.
Una cuarta respuesta es instalar el concepto ¨presente¨ que permita ver, disfrutar lo que somos capaces de hacer entre todos, alejando de los discursos ¨el porvenir¨.
Una quinta respuesta como desafío: la re- instalación del patriotismo que parece una utopía en el mundo global, en el cual estamos, al respecto Mariano Rapoport señala que…¨ ese nuevo orden internacional nuestra una trama de interdependencias complejas y asimétricas que no ahorrará a los habitantes del mundo nuevos o clásicos conflictos entre comunidades humanas de distinto tipo incluyendo a los estados nacionales¨...
La sexta respuesta está dada por la siguiente afirmación: la revolución de mayo puso las cuestiones económicas bajo las tutela del mercado internacional. Nuestro presente muestra el despotismo de las organizaciones financieras mundiales. Sería interesante que Argentina rediseñe a través de su política de estado en qué globalización quiere estar:
• ¿en la globalización económica?
• ¿en la globalización de la miseria?
Igual que en 1810 debemos estar atentos y en permanente reflexión sobre estas cuestiones para poder concretar, no digo, un futuro distinto, sí un mejor presente, no retrocediendo en cuestiones de soberanía institucional porque ello sería volver a mayo de 1810.

Joseph Stiglitz, sostiene: …¨ hoy las creencias económicas afectan la política…el estado de mercado de la globalización impacta sobre las instituciones y las personas desmoronando las economías con deudas abrumadoras…¨.

Argentina a lo largo de sus 200 años de historia autónoma tiene experiencia en estos temas, capitalizarlos implicaría no repetir fracasos y no caer en falsos espejismos. Preparación para la política, para la conducción con competencias es lo que se requiere para la ARGENTINA DEL BICENTENARIO.









Citas bibliográficas:

BENDIX, RALPH. 1995. Estado Nacional y ciudadanía. Ed Amorrourtu. pág. 95.

HALPERIN DONGHI. 1996. Historia Argentina tomo III. Ed. Paidós Bs As. Pág 47- 59

HOBSBAWN ERICK. 2002. Naciones y nacionalismos. Ed. Crítica. Barcelona. pág. 24.

MARFANY, ROBERTO, 1956, El pronunciamiento de Mayo. Bs As. Pág 87

RAPOPORT, MARIO. 2004. Argentina y el poder global. Ed. Norma. Pág. 26

STIGLITZ, JOSEPH. 2010. Caída libre. Ed. Taurus. Montevideo. Pág. 20

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