domingo, 16 de mayo de 2010

Medicina en Numen: Cáncer de cuello uterino

Por: el Dr. Antonio Damico

“Cada año tienen lugar en el mundo alrededor de 470.000 casos de cáncer de cuello uterino y la mayoría de ellos, en países en vías de desarrollo –donde es más frecuente y letal-. De esos pacientes, alrededor 280.000 mueren”.

Una enfermedad prevenible y curable

Con la detección precoz y un diagnóstico y tratamientos adecuados durante sus etapas preinvasoras, es posible lograr una taza de curación cercana al 100%.


El cáncer de cuello uterino es a nivel mundial el segundo tipo de cáncer más común entre las mujeres (después del cáncer de mama) y una de las causas de muerte más frecuente de nuestra población femenina.

El cáncer se produce porque una célula se vuelve atípica, comienza a crecer y multiplicarse rápida y desorganizadamente, dando como resultado la aparición del llamado tumor maligno o cáncer. Pero esto –a nivel del cuello del útero- no ocurre de un día para el otro, sino que es un proceso continuo.

Los métodos auxiliares que existen en la actualidad permiten descubrir etapas previas a la aparición del cáncer invasor que, con un tratamiento sencillo, pueden curarse.


Factores de riesgo

1. Conducta sexual: Probablemente, constituye el principal factor de riesgo debido al inicio precoz de las relaciones sexuales y al número de compañeros sexuales (cuanto más elevada es la cifra, mayor es el riesgo)
2. Factor masculino: Algunos estudios revelan que aunque las mujeres no reúnan ninguna de las conductas antes descriptas, puede existir riesgo elevado si el varón tiene varias compañeras y realiza una vida sexual promiscua
3. Tabaco: Se ha demostrado que el riesgo relativo con pacientes no fumadoras es mayor
4. Inmunosupresión: Se acepta que la misma predispone al desarrollo de neoplasias anogenitales
5. Enfermedades de transmisión sexual: El Virus del Papiloma Humano (HPV), se transmite sexualmente y hoy en día se le asigna un rol importante en la etiología del cáncer de cuello uterino. Según registros de la OMS (Organización Mundial de la Salud), al menos el 99% de los cánceres del cuello uterino contenía ADN del virus del Papiloma Humano

Evolución y diagnóstico

Frecuentemente, el cáncer de cuello uterino es una enfermedad progresiva. Comienza con cambios intraepiteliales que pueden transformarse en un proceso invasor.

El objetivo de todo programa es prevenir el cáncer invasor a través de la detección, diagnóstico y tratamiento temprano de esta enfermedad en sus etapas preinvasoras, cuando es posible lograr una taza de curación cercana al 100%.

Histopatológicamente, las lesiones cervicales de desarrollan a través de estadios preinvasores llamados lesiones intraepiteliales de bajo y alto grado (SIL BG/SIL AG); posteriormente, microinvasor y luego, invasión profunda y a distancia.

Aunque casi siempre el cáncer de cuello uterino invasor se desarrolla a través de grados progresivos de estas lesiones, no todos los SIL tienden necesariamente a la invasión. Algunos estudios demostraron que un porcentaje de los mismos han regresado y, si se tiene en cuenta que realmente no es posible a priori determinar cuáles son las lesiones que progresan y cuáles las que retrogradan, todas deben ser tratadas.

La experiencia nos dice que la forma más eficaz de plantear el tratamiento del cáncer de cuello uterino es diagnosticar y tratar adecuadamente los estadios premalignos. Para ello, se dispone de tres recursos clásicos de comprobada eficacia: Papanicolau (PAP), Colposcopía y Biopsia dirigida.

El Papanicolau (PAP), cuyo nombre deriva de su creador –el Dr. George Papanicolau- es uno de los métodos más sencillos para determinar si hay células anormales en el cuello uterino. Es una prueba rápida, sencilla y barata.

 Con un espéculo (instrumento para abrir la vagina) el médico tiene una visión directa del cuello uterino.
 Toma una muestra de células de la zona periorificial del cuello con una espátula especial (espátula de AYRE) y luego realiza un cepillado del anal.
 Estas células se colocan sobre unas láminas de vidrio que se envía al laboratorio de Patología.

Las mujeres que son o han sido sexualmente activas deben realizarse un PAP por año, independientemente de la edad.

En cuanto a la Colposcopía, ésta se realiza con un colposcopio. Se trata de un instrumento con una lente de aumento para visualizar imágenes del cuello uterino que se interpretan como normales y anormales. Mientras que la Biopsia dirigida se utiliza cuando existen imágenes anormales o sospechosas.

El diagnóstico final debe basarse en un informe de patología de una muestra de tejido. Este diagnóstico histológico es necesario para plantear el tratamiento a seguir.

Tratamiento

La elección del tratamiento va a depender del tipo de lesión que informe (SIL BG/ SIL AG)

 Métodos químicos: ácido tricloroacético al 90%; podofilino.
 Métodos físicos: crioterapia con óxido nitroso; vaporización láser.
 Métodos quirúrgicos: escisión Asa radioquirúrgica; cono láser; cono con Asa radioquirúrgica y cono con bisturí frío.

La vacuna

Estas medidas han reducido la mortalidad causada por éste cáncer drásticamente. Sin embargo, cada año tienen lugar en el mundo alrededor de 470.000 casos de cáncer de cuello uterino y la mayoría de ellos, en países en vías de desarrollo –donde es más frecuente y letal-. De esos pacientes, alrededor 280.000 mueren.

Desde 1990 se sabe que la infección por los tipos HPV de alto riesgo (16 y 18), ocasionan el 70 % de estos casos de cánceres. Además, la infección por HPV de bajo riesgo (6 y 11) está detrás del 99% de las verrugas genitales. De allí que la industria farmacéutica ha desarrollado una vacuna tetravalente, frente a las cuatro cepas de HPV: 6, 11, 16 y 18.

Aprobada por la agencia estadounidense del medicamento (FDA), esta vacuna demuestra una elevada eficacia, previniendo el 100% de las lesiones genitales externas y las lesiones preinvasoras de cuello uterino, frente a los tipos 16/18 de HPV. Se recomienda aplicarla a las mujeres desde los 9 años y hasta los 26, en forma rutinaria y en un total de tres dosis. Muy pronto será comercializada en nuestro país.

Por todo lo expuesto, insistimos: el cáncer de cuello uterino es una enfermedad prevenible y curable.

1 comentario:

Carolina dijo...

Gracias doctor por sus consejos y su atención en consultorio. A las chicas cuídense y como decia Tita Merello háganse un P.A.P al menos por año. Pasé por un cáncer de útero y, aunque gracias al Doctor que me diagnosticó y su esposa que me operó hoy estoy curada, pero la prevención me hubiera evitado muchos inconvenientes...Gracias a la revista por sus aportes tan interesantes.